domingo, 23 de noviembre de 2008

corre espandido

Cuando un pantalón no es correspondido, cuando éste nos queda chico o sale muy caro para pagarlo, nos podemos angustiar, nos podemos poner mal, pero tenemos muchas cosas mas para vestirnos.

Cuando un lugar no es correspondido, estamos incómodos un rato, pero enseguida encontramos un rincón en donde poder gritar y sentirnos cómodos.

Cuando un amor no es correspondido, la triste espera nos devasta, hay una papa frita esperando su ketchup pero este se entretiene con heridas bizarras de películas estudiantiles. Sin embargo, tarde o no, nos damos cuenta que no es nuestro problema, que esa persona busca otra y nosotros terminamos encontrando nuestro dulce amor.

Todos duelen y también tienen un porqué.

Pero cuando un dolor no es correspondido, cuando vos querés demasiado y te quieren demasiado, cuando todo es tan perfecto que no lo entendés, ahí es cuando le buscás el dolor, en el mínimo detalle.
Te aferrás, te lo adueñas y le das de comer, lo hacés tan grande que ni vos te acordás del punto de partida. Te encasillás para no creer que todo es tan como lo deseaste, que tu vida cambió y es mejor.
Ese dolor duele tanto porque no tiene un porque, porque te duele sin tener que dolerte, porque corre, corre por tu pecho, se expande y ya no lo podés manejar.

poné lo que quieras