martes, 28 de julio de 2009

Pantallaso desde mi canal.

Me, los y me los veo venir a una sacudida de cabeza cada vez más difícil de parar. Todo fue imprevisto y toda la tecnología esperada parece absurda.

Mucho sigue igual que hace años y yo recién lo estoy descubriendo ahora pero tampoco tengo algo para cambiarlo.

Siento todo estable, con cambios muchos, pero ninguno realmente considerable, parece que toda la armada y el poder estuviese construida de porcelana y nosotros somos la gotita que tratamos de remendar, pero nos damos cuenta que no somos tan útiles como pensamos.

El cambio aparece en que nos podemos alimentar con una manzana increíblemente grande y roja y con un yogur de 100 mm que parece ser un licuado de lentejas, sonrisas y escudos anti todo.

Las células son cada vez más grandes porque el cerebro está en un rincón recolectando todo lo que le dan y el cuerpo humano se convierte sólo en un recolector que necesita lo que le dicen que tiene que necesitar.

Ahora, lo único que hacemos es tratar de buscar salidas tapando lo ya destrozado, contando sillas, contando peces, contando sienes para que nunca regresen.