sábado, 5 de abril de 2008

lágrima

No quería salir, se resistía como papa bien enterrada hasta que un agudo de aquella canción la expulsó.
Salió disparada flotando y reventó con la punta húmeda de aquella pestaña, desparramándose por todo el cachete y entrando a un poro recién despejado.
El otro ojo, con ganas de ganarle al izquierdo, suelta una de sus gotas parejas y encaminadas.
Empezó en la garra de la órbita y fue bajando. Paró en una terma por unos segundos para apreciar la vista y cayó como única catarata.
La frenó un labio superior, para darle paso a la cueva en donde le iba aportar alta presión a esa lengua tan dulce llena de cariños por decir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen logro de una mansa tristeza.Me dan ganas de acurrucarme a tu lado

nebulosa dijo...

:)